viernes, abril 28, 2006

Haiti, Alma y Rostro

Instituto Teológico de América Central
Semana Cultural
Preparado por Fredner Gay.
San José de Costa Rica, 26 Abril 2006.

Canción de John Steve Brinache
de la agrupación Tomtom.



Intro

Men tanbou si ou tande (Hola, palo si tú escuchas, reúnenos por favor,)
Ransanble yo souple (Hace mucho que estamos dispersados,)
Gen montan nou separe (Por favor, haz que nos juntamos.)
Tanpri fe n jwenn rasin oo

I

Safè montan depi yo separe nou (Hace mucho que nos dispersaron,)
Depi lի nou te kite tè lafrik yo (Desde cuando dejamos las tierras de África.)
Le kolon mare nou tankou bet (Cuando los Colonos nos amarraron como salvajes.)
Pou yo ka fe nou kwe ke nou pa sanble (Para decirnos que no nos parecíamos,)
Pou yo ka fe nou kwe ke nou san vale (Para decirnos que no teníamos valor,)
Se pa vre nan ginen neg trayi neg (No es verdad, que desde África el Negro es traidor).
Se pañol pou yo fe nou ret divize (Es una manera para que nos quedemos divididos,)
Pou pa janm gen renmen pa janm gen linyon (Para que no haya amor e unión entre nosotros.)
Divize pou yo ka renye (A fín de que sean siempre triunfadores.)

Refrán

Jodi a nou konprann e nou jire (Hoy comprendemos y tomamos la decisión:
Si nou la se ke nou sanble (Si estamos aquí es porque nos parecemos,)
Si nou sanble seke nou ka renmen (Si nos parecemos, nos podemos amar)
Nan renmen na va jwen linyon (En el amor encontraremos la Unión)
Linyon va di yo sa nou ye sou latè (Y la unión les dirá quienes somos en la tierra.)

II

Moun na peyi a, vale yo,lasyans, sev atistik yo (Todos los ciudadanos, los valores intelectuales,)
Tout eritaj kiltirel, se sak yon nasyon (La ciencia, las obras artísticas, la herencia cultural,)
Sivilazasyon yo. se sak yon nasyon (Las civilizaciones. Todos formamos parte de la nación.)
Nou ini nan renmen ak linyon (Somos unidos por el amor y la Unión)
Se sa ki makonnen no unan yon bon sosyete (Que son las metas de la sociedad)
Ki bati sou sou sekirite, lajistis, ak respe dwa moun (Construida sobre la justicia, la seguridad, y el respecto del derecho a la vida de todos)
Se sa ki se yon vre nasyon (Esa es una autentica nación.)

III

Tout gason , tout fanm nan tout peyi a (Los hombres y las mujeres de Haití)
Fok nou kanpe reklame tout dwa nou (Párense, es tiempo de mirar a todos,)
Tout gason tout fanm nan tout peyi a fok nou kanpe kale je nou gade soley (Es tiempo de fijar el sol,)
Se moman pou nou reklame tout dwa nou (Es tiempo de luchar por sus derechos)
Los ancianos y los Jóvenes de todo el país
Despiértense, es hora de reclamar sus derechos.
Jire pou nou toujou kale je no unan je tout moun (Juren de mirar a todos sin temer a nadie.)
Jire pou nou toujou renmen pou nou toujou gen linyon (Juren de amarnos mutuamente)
Juren de mantener la unión para siempre.

Linyon fe la fos (La Unión hace la fuerza)


Esta canción de John Steve Brinache, es un canto de compromiso del pueblo haitiano, una canción revolucionaria, que relata la historia esclavista de la nación.

Tiene tres partes:

La primera parte,
es lo que llamé la “intro”, en la cual se ve que un esclavo fugitivo esta hablando con en palo (el tambor) que es un instrumento muy significado para el haitiano.

Él esta pidiendo que el palo ayude a sus hermanos que están trabajando inhumanamente en la plantaciones de cañas.

Hay que recordar que una de las maneras de dominar al esclavo, era ponerlo lejos de los suyos lejos de personas que hablen el mismo idioma que él.

La segunda parte
es el momento culminante, es cuando los demás esclavos han empezado a entender el ¿por qué? de sus presencias en las colonias francesas.

Esa toma de consciencia fue fundamental para el futuro de ambas partes. Porque fue ella que llevó a la revolución de 1794 y condijo a la proclamación de la independencia.

Ahora, ya “Saint domingue” no está, tampoco Haití. Porque el país esta divido por problemas internos. Frente a la ausencia de amor, de unión, etc., es necesario otra posesión de consciencia que tenga en cuenta a todos, sin discriminación ninguna, y reconstruir una nueva forma de sociedad basada en otro valor moral.

Esa canción nos recuerda las metas deseadas por los antepasados, que ahora son apeadas por divisiones y que siempre tenemos que buscar la consciencia de la revolución, cambiar nuestra mentalidad.

John Steve Brinache llora la situación del haitiano actual, que ya que busca el camino de la vida, el camino del amor, el camino de la luz.

Es una invitación para volver a la fuente:

La Unión hace la fuerza.


El vodu como manifestación cultural y religiosa en Haití

Origen del Vodu:

El vodú es una de las manifestaciones religiosas trasplantadas al Caribe. Hoy se sabe que desde el siglo XVIII existía organizadamente. Su historia está estrechamente relacionada con el proceso de formación étnica de Haití y se remonta al período de la llegada de los primeros esclavos a la parte occidental de la isla de Santo Domingo bajo dominio francés. En 1789, un informe oficial indica que cada año llegaban, aproximadamente, seis u ocho mil esclavos del Dahomey (actualmente Benin).

La palabra, que se puede escribir de varios modos: vaudou, vaudoux, vodoo, vudú, vodú, es originaria de esta región del oeste africano, donde significa genio, espíritu protector. Este vocablo ha pasado a designar también todo un complejo de creencias y prácticas mágico - religiosas.

Es el vodu una religión?

El reconocimiento del culto vodú como una religión se le debe al sabio haitiano Jean Price-Mars, quien apuntó varios elementos que así lo confirman:
- Admite la creencia en seres espirituales o divinidades que habitan en parte en el universo y en parte, en estrecho contacto con los hombres, cuyas actividades controlan.

El vodu, como forma de manifestación tiene tres fuentes donde se origina:
- El africanismo
- el animismo de los indígenas
- el catolicismo romano.

Tiene un cuerpo sacerdotal
- Organizado jerárquicamente,
- con su comunidad de creyentes,
- Templos, altares,
- Ceremonias y
- un cuerpo de tradiciones orales que ha permitido que llegue hasta hoy esta religión.

Presenta una teología o sistema de ideas
con el cual los descendientes africanos se explicaban los fenómenos naturales.

En la actualidad se practica fundamentalmente en Haití, Santo Domingo y Cuba y en Brasil.

Se debe tener en cuenta que a partir del contexto religioso de estos países, el vodú puede variar en algunos de sus elementos, pero siempre ha de mantener su esencia primigenia.

La evolución del vodu:

El vodú ha evolucionado y se han entremezclado en él ritos africanos y cristianos.

Sin embargo, no es una acumulación de prácticas de diversas procedencias, todo lo contrario, es un sistema religioso organizado con sus propios ritos, símbolos y significación de cada uno de los elementos que lo integran.

En esta manifestación religiosa,
- el creador del mundo es el Bon Dieu, quien está por encima del hombre por lo que éste debe someterse a su voluntad.
- Sin embargo, éste, no se puede dirigir directamente al gran señor, sino a los loas,
seres sobrenaturales que, al igual que el hombre,
- poseen características positivas y negativas. Así, pueden ser desconfiados, lujuriosos, irascibles, beber con exceso, litigar, como también pueden proteger y ayudar a sus servidores.

Cada loa
- tiene su sitio favorito:un árbol, una planta, una fuente,
- así como su toque específico de tambor, el cual permite que el iniciado realice los movimientos que le correspondan.

La liturgia del vodu:

Los sacerdotes o sacerdotisas son llamados hugan; los hunsis son diáconos.
La selección de estos oficiantes puede obedecer a diferentes motivos, pero se interpreta, generalmente, como un reclamo del mundo sobrenatural.

Las ceremonias voduistas se efectúan en los nombrados perestil y su tabernáculo es el humfo, cuya extensión varía a partir de los recursos de la sociedad en que se desarrollan estas prácticas.

Una de las partes esenciales de estas ceremonias es el vèvè o símbolo que, en forma de un dibujo geométrico, cumple la función de representar, junto a las imágenes y santos, a los diversos loas.

Las ceremonias suelen iniciarse con un efusivo, prolongado y complejo intercambio de saludos donde intervienen gestos, posturas y referencias realizadas por los propios oficiantes y en homenaje a las divinidades, señal que indica el respeto que se les profesa.

Un aspecto imprescindible dentro de este ritual es el de los sacrificios o comidas - loa. Tiene como objetivo fundamental fortalecer la divinidad, la que requiere de un sacrificio específico. Pueden ser gallos, cerdos, cabríos o toros. Además debe beber un líquido que, al igual que los animales, tienen que ser de naturaleza sagrada.

Su aderezo, así como los utensilios y presentaciones, están determinados por los atributos, carácter y clase de los loas.

Por otra parte, las danzas y los cantos vuduistas son significativos a tal punto que se puede decir que es una religión danzada.

El baile ritual (dans)
permite que ciertas fuerzas misteriosas actúen sobre el mundo de los espíritus y divinidades, de manera que sean atraídos.

Las danzas son de diversas procedencias y siempre se acompañan con tambores los cuales son considerados como objetos sagrados con determinados ¨poderes¨.

El asoto, particularmente, es el tambor más sagrado del vodú.

Los bailes también pueden ser acompañados por cantos que suelen ser cortos e invocan a los loas.

En toda ceremonia vodú, se comienza con la invocación a Legba y termina con otra a la divinidad de la muerte guédé.

En el vodú, la posesión y el trance son los elementos esenciales de todo el culto. Mediante éstos, los loas se comunican con sus fieles imprimiéndoles movimientos y actitudes propias de ellos que, en determinados momentos, puede parecer la divinidad, quien luego habla por la boca del poseído.

Pran loa o posesion de loa:
El fenómeno de la posesión está acompañado de un proceso de transformaciones físicas y psíquicas que puede manifestarse con variados síntomas en dependencia del loa que encarna al fiel, así como del grado de receptividad del mismo.

Acto de iniciación o bautismo:
Los ritos de iniciación son de gran importancia. Uno se inicia por vocación, por obligación o por deseo.

Los actos se realizan cuando el hugan aconseja a determinadas personas a realizar la ceremonia para curarse de una enfermedad o para lograr algo deseado. En otros casos, la persona puede ser invocada a través de sueños o visiones.

Durante el período de preparación que, a menudo dura algunos meses, el candidato tiene que someterse a una rigurosa disciplina y leyes severas en cuanto a la comida y a la vida sexual.

El neófito necesita fuerzas corporales y espirituales para resistir las privaciones, como también buena memoria para aprender el ritual y los cánticos.

En cuanto a los ritos de entierro,
suelen ser muy elaborados con el fin de asegurar la supervivencia del alma en el reino de los muertos.
Se celebra un velorio en presencia del cadáver y, en ocasiones, se le da de comer al muerto, colocando el alimento en la tumba.

Los voduistas celebran además muchos ritos según el calendario agrario.

Después de las cosechas se les ofrecen los primeros frutos a los loas.
En el caso de Haití, en el mes de julio, se celebra la famosa fiesta en honor a la virgen de la Ville Bonheur, donde acuden miles de peregrinos vestidos con el color de la divina protectora.

El Panteón en la celebración vodú,
el primer loa llamado es Legba, quien es
- el señor de los caminos,
- el guardián de las cruces y las puertas,
- el protector del hogar.

Según las funciones que desempeña, recibe el nombre de
. Legba - nnayabe, de las barreras;
. Legba - calfou, encrucijadas.

Antes de iniciar cualquier ceremonia, el sacerdote debe suplicar su ayuda y, por tal motivo, es el primero en recibir y probar las ofrendas hechas a los loas invocados.

Es una de las figuras más importantes en el panteón vodú.

El símbolo de Legba:
- Vèvè,
es la cruz que sólo tiene en común con la cristiana la forma. El trazo vertical significa la calzada que une las alturas con los abismos, la calzada de los loas; el horizontal, el mundo humano-terrestre.

Sólo en el cruce del eje humano con el divino se establecen las relaciones con las divinidades.
Se le canta con ritmo y danza yanvalou hasta que Legba venga y monte en un danzante.
Luego pueden comenzar a venir los otros loas.

A Legba se le representa bajo la forma de un anciano achacoso y harapiento que camina penosamente apoyado en una muleta.

Sus colores son el negro y el amarillo y su fiesta se celebra indistintamente el 17 de enero, el 10 de mayo, el 29 de junio, el 4 de noviembre o el 17 de diciembre.

Damballah es el loa de la fertilidad.
Su signo es la serpiente y aquel que sea poseído silba y se arrastra como ella.
Sus símbolos son la serpiente y el huevo.
Su imagen es la de un ser benevolente a quien nadie pregunta o pide algo sin antes conseguir su bendición. Ama el frescor

Agwé es el señor de los mares.
Pescado, barco y remos son sus símbolos y principalmente el lambi (en haitiano ¨oreja¨). Él llama a la tormenta y a él se dirige el marinero, cuando necesita vientos. Protege a los marineros y le gustan los cañonazos y el saludo de los barcos.
Su color es el azul.
Se le ofrece una oveja blanca,
pero quienes se la ofrenden, se deben retirar luego rápidamente, pues no le gusta que lo vean comer.

Zaka es el ministro de la agricultura de los loas y, por ende,
el auténtico labrador: Avaro, desconfiado, amante de litigios, codicioso y con mal concepto de las ciudades.
Quien lo encarna siempre tiene miedo de que le roben.
Él lanza el trueno y el relámpago.
Vasijas de mimbre son sus símbolos.

Los Ogou, son una familia cuyos miembros son todas deidades herreras y guerreras:

- Ogou Ferraille, loa de los ejércitos, patrón de los herreros y protector de los hombres valientes. Su lenguaje es propio de los soldados,brusco, áspero. Toma ron y fuma cigarros.
- Ogou Badagri, el dios de la guerra. Es una deidad terrible y violenta que envía sobre los humanos poderosas tempestades.
- Ogou Balendijo es igualmente guerrero. Cuando estalla una guerra enseguida se incorpora para participar en ella.
- Erzulie Fréda
es el loa más popular del panteón voduista. Tiene casi todos los defectos de una mujer bella y corrompida: es coqueta, sensual, amante del adorno y del lucimiento, derrochadora hasta la extravagancia.
Sus atributos son artículos de adorno y de aseo;
su escudo, un corazón con frecuencia atravesado por una flecha o una espada.
Entre sus amantes están Damballah, Agwé y Ogou.

- Loko
es el loa de los árboles. Se le imagina como un viejo simpático y vestido con un uniforme ostentoso.
Pertenece a la escolta de Legba y ejerce una gran influencia sobre los curanderos que trabajan con hierbas.

Los loas del grupo guédé
son divinidades de muerte, muchas veces graciosos y obscenos.
- El principal de todos ellos es Baron Samedi, o Baron cimimetière. Su apariencia es de un hombre robusto a pesar de la barba blanca. Es una loa exigente, egoísta y recelosa. Los practicantes lo invocan para deshacerse de sus enemigos.
Sobre su altar negro hay una cruz de madera de este mismo color, con guarniciones de plata que significa el encuentro de lo visible con lo invisible, la unidad de la vida y la muerte.

- Otros loas del grupo guédé tienen como símbolos picos, palas, calaveras, huesos cruzados u hojas marchitas.

Conclusión

El vodú es una religión que, en cada una de los lugares donde se practica, ha asumido determinadas particularidades, a partir de la convergencia con otras manifestaciones religiosas de origen africano.

Sin embargo, sus cultos, sus ritos y su filosofía, en general, han sido transmitidos de generación en generación con relativa permanencia, de manera que hoy pervive la noción primigenia que, hace más de tres siglos, llegó a tierras caribeñas en la memoria de miles de esclavos.

Para mí, el vudú representa un elemento como otro de la cultura haitiana; en el sentido que no es ni positivo ni negativo en sí mismo, aunque podría serlo en función del uso que se haga de él. Ahora bien, no se trata de un simple elemento, es ineludible. Hasta tal punto que incluso a aquéllos que, como yo, han nacido y crecido en un ambiente Judeo - católico más bien rígido, les cuesta escapar de él.

El vudú, como religión popular en Haití sigue siendo un fenómeno que, de una forma u otra (creencia, superstición, rechazo...), atraviesa todas las capas de la sociedad. Asimismo, en él tienen su origen tantas prácticas culturales (tratados de farmacología tradicional, arte culinaria, cantos, bailes...) que esta travesía vertical de la sociedad se realiza a veces a espaldas del individuo.

Todos estos datos, acumulados en el inconsciente, brotan a veces en forma de toma (o crisis) de posesión, incluso, diría yo, en el "no practicante".

Se trata, así pues, de recoger un fenómeno cultural que, por su intervención en el subconsciente e incluso a menudo en el consciente, engloba numerosas prácticas artísticas en Haití, individuales y colectivas.